la mejor versión también incluye a Dios
esto me ayudó a reconectar con mi fe, mi propósito y mi por qué.
Estamos iniciando Semana Santa.
Muchos aquí ya saben que soy católico, muchos otros quizá no.
Y esta semana es muy importante para nosotros.
Y si algo he aprendido en este camino, es que no puedes separar tu desarrollo personal de tu fe.
Porque crecer, verdaderamente crecer, no es solo tener buenos hábitos, metas claras o una vida ordenada…
Es también tener propósito. Y para mí, ese propósito viene de Dios.
Ser nuestra mejor versión significa tener un crecimiento integral.
Y en ese crecimiento también va incluida la fe.
Eso en lo que creemos.
Y yo creo en Dios.
Para medir esto, en mi equipo tenemos un hábito que me encanta.
Cada mes hacemos una junta que llamamos check-in, donde evaluamos cómo estamos creciendo de manera integral.
Las áreas que revisamos son 5:
Fe
Bienestar (cuerpo y mente)
Amor (relaciones y vínculos)
Trabajo
Diversión
Nos preguntamos cómo estamos, qué se nos está olvidando, qué podemos ajustar…
y lo hacemos con la intención de vivir de forma más coherente, más conectada, más plena.
Hace poco, en uno de esos check-ins, Lucía —que es parte de mi equipo— compartió una reflexión que me dejó pensando por días.
(Ah, y me dio permiso para compartirla contigo.)
Me ayudó (y me sigue ayudando) a recordar mi propósito,
por qué hago lo que hago, por qué creo contenido...
y cómo puedo mantenerme conectado para que ese propósito realmente trascienda.
Me contó que estaba terminando su rutina de ejercicio, cuando se le vino esta pregunta al corazón:
“Jesús, ¿cómo puedo tenerte presente también aquí, en este momento?”
Y como respuesta, le llegó ese versículo que seguramente conoces:
“Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo.” (Lucas 10, 27)
Ahí entendió que incluso en el ejercicio podía amar a Dios.
Que si lo hacía con intención, con amor, ofreciendo el cansancio, los movimientos, el esfuerzo... ya estaba orando con el cuerpo.
Ya lo estaba amando.
Y también se estaba amando a sí misma, porque cuidaba el cuerpo que Él le dio.
Y amaba a los demás, porque si ella está fuerte y sana, puede darse mejor.
Y en medio de todo eso, soltó una frase que me quedó grabada:
“Somos la máxima expresión del amor de Dios.”
Pero enseguida añadió:
“Rorro, no puedo ser mi máximo si no soy integral.
Mente. Cuerpo. Alma.”
Y sí...
no podemos ser nuestra mejor versión si estamos desconectados por dentro o descuidados por fuera.
Llegamos a nuestro máximo cuando hay coherencia entre lo que pensamos, sentimos y hacemos.
¿Y para qué queremos eso?
Para amar a Dios.
Eso es lo que anhelamos.
Amarlo con todo.
Y Lucía lo dijo clarito:
Antes de irse, Jesús nos dijo
“Ámense los unos a los otros como Yo los he amado.”
Y Él nos amó con TODO:
con toda su mente, su alma y su corazón.
Y justo esta semana —esta Semana Santa—
es el momento perfecto para recordarlo.
No es una semana más.
Es la semana en la que Dios nos demostró su amor total.
Y nos toca a nosotros preguntarnos:
¿yo estoy amando así?
Evalúa cómo estás amando
1. Revisa tus áreas de crecimiento integral
Pregúntate cómo estás en cada una de estas áreas clave:
Fe: ¿Cómo está tu relación con Dios? ¿Le estás dedicando tiempo real?
Bienestar (cuerpo y mente): ¿Estás cuidando el cuerpo y la mente que Dios te dio?
Amor: ¿Cómo están tus relaciones? ¿Estás presente con los tuyos?
Trabajo: ¿Estás haciendo tu trabajo con amor? ¿O solo estás sobreviviendo?
Diversión: ¿Estás descansando bien? ¿Estás encontrando alegría en lo cotidiano?
Hazlo como un escaneo de tu alma. El primer paso para crecer es ver con honestidad dónde estás parado.
2. Ponle intención a tus acciones
No se trata solo de hacer las cosas. Se trata de para quién y por qué las haces.
Haz ejercicio con intención.
Trabaja con entrega.
Sirve con amor.
Descansa con gratitud.
Hazlo todo como una forma de amar.
3. Haz del amor tu medida real
¿A qué le estás dedicando tu tiempo?
¿A quién estás sirviendo con tus dones?
Recuerda que Jesús nos dio un estándar claro:
“Ámense los unos a los otros como Yo los he amado.”
Y Él nos amó con todo:
con su mente, su alma, su corazón.
Ese es el tipo de amor que transforma.
Y el tipo de amor al que estamos llamados.
Recomendación
Si esta reflexión te movió, te invito a que hagas algo por ti esta semana:
Tómate un rato para hacer tu propio check-in. Evalúa tus áreas, tus hábitos, tu relación con Dios y con los demás.
Y si quieres vivir un fin de semana que te impulse integralmente (mente, cuerpo, alma y corazón),
te recomiendo que te lances al Retiro Impulso.
Ahí trabajamos justo esto.
No solo es un escape, es una inversión en ti.
Y puede ser ese parteaguas que estás buscando.
Frase inspiradora
“No puedo ser mi máximo si no soy integral.”
– Lucía, del equipo Impulso
¿Dónde necesitas ser más integral para amar mejor esta Semana Santa?
Respóndeme este correo. Me encantaría leerte.
Y si esta reflexión te hizo bien, compártela en redes o con alguien que también esté buscando vivir una fe más consciente.
Ánimo,
Rorro
Este Impulsa tu Vida es patrocinado por motivATOM
Ya les he contado que la preparación para el maratón no fue solo correr. Fue también cuidar mi alimentación, mi descanso y mi recuperación.
Y aquí es donde motivATOM ha sido clave.
Fundé motivATOM, junto con Baxter y Paula Cortés, para crear suplementos limpios y efectivos que realmente ayuden a tu rendimiento.
Mis básicos de siempre son:
✅ Creatina – Para mejorar el rendimiento y la resistencia.
✅ Electrolitos – Porque correr largas distancias sin la hidratación correcta es receta para el desastre.
Si quieres probarlos, te dejo un 15% de descuento con el código IMPULSATUVIDA.
Porque sentirte bien no es opcional. Es la base para lograr cualquier meta que te propongas.
Si te enviaron este correo, suscríbete gratis para recibirlos cada lunes.
Me encantó la reflexión y algo que necesitaba para empezar y complementarla Semana Santa 🙏🏻
Hace 2 meses me mudé de país y que difícil es volver a comenzar. Actualmente estoy creando mi nueva rutina, y este hábito de check-in me parece super acertado, porque en este punto de reestructuración en el que me encuentro, me das una guía para trabajar en mí y no dejar fuera ninguno de los aspectos esenciales. Gracias Rorro, sos una curita al corazón❤️🩹 un abrazo a la distancia.